Ha desarrollado un método para combatir la adicción a las drogas que descubrió durante un sueño lúcido. Su técnica ha tenido buenos resultados, pero a pesar de su éxito, está preocupado por la falta de una relación romántica seria. Después de recoger un libro titulado “El Héroe” en el aeropuerto, queda tan fascinado con éste que se siente obligado a localizar su autora; esta búsqueda lo pone en contacto con Lina. Vernieri efectivamente retrata a Lina como siempre abierta a nuevas posibilidades; incluso las experiencias relativamente pequeñas pueden tener un efecto inmenso en ella. Un simple beso la lleva a comentar que “mi cuerpo temblaba como una hoja, mi alma vibraba en plenitud”. Al igual que con la historia de Johnny, los eventos externos juegan su papel, pero son los desarrollos internos los que generan las preguntas más intrigantes. Cuando Johnny tiene su sueño, por ejemplo, implica tomar una pastilla imaginaria; su efecto inspirador en el mundo real puede sorprender a los lectores como posibles e imposibles a la vez. Parte de la historia de fondo de Johnny se siente demasiado minuciosa (como cuando el lector es informado de las muchas luchas de su madre para escapar de Cuba); sin embargo, cuando la novela aborda los aspectos más extraños de la mente, lo hace con elocuencia.

Una historia detallada de los poderes del pensamiento, el azar y el amor.