Personajes
Wilhelmina de Toulouse
Wilhelmina de Toulouse fue la hija menor de Raimond VI de Toulouse y Juana Plantagenet, y hermana de Raimondet. Abandonada por su madre, fue criada en la corte de su padre y recibió de él los señoríos de Saint Jory y Montlaur. En “Los dos castillos” de Mariana Vernieri se la describe de la siguiente manera:
“Seguramente en su afán de oponerse a las costumbres cortesanas de su castillo, en las que se enaltecía a la fragilidad, docilidad y delicadeza como símbolos de la feminidad más sublime a la que toda dama debía aspirar, Wilhelmina vestía, hablaba, se comportaba y luchaba como un verdadero caballero.
Mientras que en las cortes del amor que organizaba su padre —las más renombradas de toda Occitania— los trovadores, en sus poesías y canciones, se deshacían en halagos hacia estas finas cualidades femeninas, Wilhelmina llevaba el pelo corto como un varón, se negaba a engalanarse con los vestidos entallados de sedas floreadas, mangas extravagantes y capas de terciopelos bordados tan comunes en su corte, y se oponía a usar joyas y tocados para el cabello. En cambio, gustaba de usar cómodas calzas y saya o jubón, y había deseado entrenarse para el ágil dominio del caballo, así como el uso de la espada, el arco y flecha, la lanza, y para la lucha cuerpo a cuerpo. Su padre, el conde Raimond de Toulouse, más deseoso de hacer feliz a su hija que de conformar con cualquier tradición, no sólo consentía todas estas irregularidades sino que le contrataba a los mejores maestros.
Así, con los años, Wilhelmina se convirtió, a pesar de ser mujer, en mejor jinete, mejor luchador y mejor guerrero que casi cualquier caballero tolosano".
En la cruzada albigense, Wilhelmina luchó con valentía junto a su hermano y aliados, como un caballero más. Se casó con Berald de Elbine, Príncipe de Orange con quien tuvo un hijo llamado Raimond.
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